diciembre 17, 2010
Venezuela
diciembre 09, 2010
Navidad Segura
Al respecto quisiera tocar un pequeño tema del cual tenía intención de escribir hace unos días. Se trata de que a mucha gente le ha llamado la atención el hecho de que, entre los fallecidos en el incendio, había muchos jóvenes (de entre 20 y 23 años) que además estaban privados de libertad por delitos como el robo de celulares o la venta de música pirata.
Me parece que este hecho llame mucho la atención implica una escisión presente en los chilenos acerca de cómo vemos la cuestión: por una parte se apoya la realización de políticas relacionadas con el utilizar muchos medios para perseguir a quienes cometen delitos como el robo hormiga (penas más altas, más policías en las calles, obligar a que se dicten prisiones preventivas, castigo a la reincidencia, etc.) y por otra, se reacciona con horror ante el hecho de que tantos jóvenes que cometen estos delitos se encuentren hacinando las cárceles del país.
El 6 de Diciembre, dos días antes del incendio, el gobierno propuso su plan “Navidad Segura”, por la cual se acrecentaba la dotación policial en los diez barrios donde se realiza la mayor parte de las compras navideñas. Según la página del gobierno, el plan “tiene como finalidad aumentar la oferta de servicios policiales preventivos, permitiendo controlar, fiscalizar, prevenir y erradicar la proliferación del comercio ilegal, la venta de especies de dudosa procedencia y la ocurrencia de hechos ilícitos asociados" (ver noticia acá)
Este discurso no solo implica una distinción entre los habitantes del país (al basarse en la protección del cuidadano-que-pacificamente-va-a-hacer-las-compras-para-sus-seres-queridos del delincuente), sino que implica concentrar las fuerzas policiales en la persecución de los comerciantes ambulantes, a quienes de los responsabiliza de la existencia de “ilícitos asociados” (me imagino que se trata de robos, hurtos y riñas). Cabe preguntarse, entre muchas cosas, cuán peligroso y nocivo para una sociedad como la nuestra es el comercio ambulante (gran cantidad de personas tienen la posibilidad de acceder a ciertos bienes solo por vía de mercados negros) y si la protección no va más bien dirigida al comerciante.
Si se contempla el uso de 2.000 efectivos especiales para perseguir a quien vende discos piratas en la calle, por qué después nos horrorizamos ante cárceles atestadas de jóvenes privados de libertad por estas cuestiones.