agosto 13, 2009

estrés en sociedad

Deportes de los santiaguinos: tocar la bocina, caminar por el Paseo Ahumada a gran velocidad (de preferencia, sin mirarse a los ojos), estar atrasados, trabajar 12 horas diarias, pensar que el vecino viene a quitarnos el puesto, ser conocidos como antìpaticos a nivel latinoaméricano...
Richard Wilkinson señala: "A menudo se ha podido comprobar que cuanto menor es el grado de desigualdad socioeconómica, tanto más saludable es la sociedad. En aquellas sociedades en que las diferencias en las rentas entre ricos y pobres son pequeñas, los índices de mortalidad tienden a ser más bajos y la gente vive más tiempo. Ello puede ser debido a que las sociedades más iguales son menos estresantes: las personas están predispuestas a confiar las unas de las otras y son menos hostiles y violentas unas con otras" (Las Desigualdades perjudican. Crítica 2001 p 12)

1 comentario:

  1. Escuche alguna vez algo tan cierto, todos somos diferentes pero todos sangramos igual. Las diferencias ecónomicas o sociales sólo nos ayudan ha ser una sociedad más enferma, la cantidad de farmacias triplican los lugares para hacer deporte, museos, teatros, etc. El hombre busca volver a su esencia y por algún lado lo hace, cuando no logra alcanzar cierto equilibrio comienza el estres, el dolor, al cuál no prestamos atención porque culturalmente tampoco nos permitimos pensar como estamos. El dolor, como dice Jung, no es ni bueno ni malo, sino que es un sentimiento informativo, nos permite poner atención a algo que nos esta sucediendo. Quizás la desigualdad no podrá nunca superarse, pero al menos ataquemos al dolor que produce, la discriminación, y seamos una sociedad más sana.

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