mayo 09, 2011

Causalidad y política

Respecto de cualquier asunto sobre el que pretendamos tener opinión es necesario reflexionar críticamente. Obvio. De otra forma, más que creencias justificadas, tendríamos solo prejuicios, dogmas, tincadas, y todo otro tipo de estados de certeza inferiores. Por ello, toda creencia debe ser evaluada a la luz de los estándares correspondientes. Claro que en la determinación de cuáles sean esos estándares se juega buena parte de lo que esté en discusión. Sin embargo, al menos un estándar parece ser aplicable a lo ancho de un amplísimo conjunto de creencias, incluidas aquellas que caen bajo la rúbrica “política”: llamaré a este estándar “causalidad”.

Pensar críticamente de acuerdo a este estándar permite entender qué está mal con el razonamiento de Peter Griffin en el siguiente video:


Lois: Peter, vi un aviso de un auto usado que sería perfecto.
Peter: Oh, no. Conocí una vez a un tipo que compró un auto usado del diario. Diez años después, ¡BAM! Le dio herpes.

El clip es gracioso porque el razonamiento de Peter es ridículo. ¿Qué relación podría haber entre comprar un auto y contraer herpes? Se me ocurren algunas. Quizás luego de adquirir el auto, ciertos usos del asiento trasero resultaron en el contagio. Usted podrá, seguramente, imaginar otras conexiones posibles. Pero lo que no se concibe es que haya una relación de causalidad entre la compra y el contagio. El sentido común basta para determinar eso. Sabemos que el herpes es causado por un virus, cuyo contagio es a su vez causado por ciertos contactos. Podemos establecer una relación de causalidad entre esos contactos y la aparición del herpes. Pero no entre la compra y este. Incluso en el caso imaginado, la compra del auto no es la causa del herpes, sino solo un antecedente.

Fácil. ¿Quién podría fallar en cumplir con este estándar? El Presidente Piñera, y (aparentemente) algunas autoridades estadounidenses actuales.

Así, el primero sostuvo recientemente, a propósito del “Caso Bombas”: “Durante muchos años hubo decenas de bombas en nuestro país, hasta que un grupo de personas fue detenido. A partir de ese instante, el número de atentados disminuyó ssostuvo recientementeignificativamente”. No lo dice explícitamente, pero claramente está atribuyendo una relación de causalidad. Si no es eso, entonces, no está diciendo nada relevante. Simplemente estaría observando que se dio un hecho, y luego otro. En ese caso, en vez de “el número de atentados disminuyó”, podría haber dicho “y el clima ha mejorado”, y sería igual de informativo. Pero obviamente no es eso lo que quiere decir. No lo dice explícitamente para dar la apariencia de que no está entromentiéndose en los asuntos de otro poder del estado, pero está ahí; una atribución de causalidad. Pero note que la relación es solo un poco menos infundada que la de Peter en el video. “Ocurrió una cosa, y ¡BAM! después otra”.

El otro ejemplo se dio a propósito del asesinato de bin Laden. Según algunos reportes, el director de la CIA habría atribuido el éxito de la misión a información obtenido por medio del waterboarding (método del cual Christopher Hitchens dijo, tras someterse a él, “si esto no es tortura, entonces la tortura no existe”). La atribución de causalidad en este caso va del waterboarding a la muerte de bin Laden. Y el razonamiento es más o menos el mismo. “Sometimos 183 veces (!!) al waterboarding a Khalid Shaikh Mohammed entre el 2003 y el 2004, y ¡BAM! en 2011 matamos a bin Laden”. (Más sobre el asunto aquí).

La lección debería ser que hay que tener cuidado al relacionar dos eventos. Hay que cuidar que el argumento que los conecta no se reduzca a un ¡BAM! Es necesario pensar sobre la infinidad de eventos y mecanismos intermedios que el ¡BAM! esconde y ponderarlos adecuadamente. Un buen lugar para empezar a entrenar el pensamiento crítico al respecto es el de los “tratamientos de salud alternativos/complementarios”. Por ejemplo, ¿qué hay detrás del ¡BAM! en este ejemplo: “Me dolía la cabeza. Tomé unas pastillas homeopáticas, y ¡BAM! tres horas después se me pasó”. Pero este es un tema para otra ocasión.

1 comentario:

  1. Al ver el video de Family Guy,recordé inmediatamente una de mis escenas favoritas de los Simpsons:

    http://www.youtube.com/watch?v=SdBn5G7Y2RA

    En esta escena hay un par de elementos más que vale la pena considerar (y que están implícitos en lo que señala Ernesto): en primer lugar, la condescendencia de Homero a la que Lisa busca críticar y, en segundo lugar, la reacción de Homero de comprar la roca de Lisa, es decir de actuar irreflexivamente al escuchar la existencia de un nexo causal entre un hecho cualquiera y otro que se considera valioso (el estar libre de tigres, por ejemplo).

    Si bien no podemos estar siempre preguntándonos todos los días sobre las cuestiones que damos por supuestas o revisando cualquier propuesta de un tercero sobre cómo funcionan las cosas, no podemos ser irreflexivos y comprar lo primero que se nos ofrezca.
    Esto porque finalmente el vinculo de causalidad no es necesario es simplemente una forma de conectar dos hechos y así contarnos una historia de como es que mundo funciona, de dónde viene y hacia donde va. Algo así dijeron Hume y Wittgenstein, dos de los más famosos escépticos.

    La cuestión es que al parecer hay algunas conexiones (causales) entre hechos más plausibles que otras, por lo mismo es bueno ser escéptico, junto a Lisa, y mostrar la condescendencia de muchos en la solución de algunos problemas a través de ciertas políticas, tal como nos lo muestra Ernesto.

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